miércoles, 11 de noviembre de 2015

Visitamos la 'Guinness Storehaouse'

   El pasado verano pasamos un mes en Dublín, capital de Irlanda y cuna de la famosa cerveza Guinness. Durante nuestra estancia visitamos muchos pubs de la ciudad y disfrutamos de una gran variedad de cervezas artesanas de las zona. También tuvimos la oportunidad de probar diferentes estilos de Guinness a los que no es fácil tener acceso en España. Por supuesto también visitamos la famosa Storehouse de Guinness y os hablaremos de nuestra experiencia.


   Si bien la entrada no es aparentemente barata, la visita a las instalaciones de la cervecera es muy recomendable. Comprando el ticket no solo tenemos acceso al museo, también tenemos como premio un curso rápido de cata de la cerveza y una pinta en el impresionante 'gravity bar' donde se puede gozar de unas vistas no aptas para los acrofóbicos. Pero si no sabes del todo si ir, te recomendamos que sigas leyendo el artículo, os contamos nuestra experiencia.


   El día empezó en el centro de la capital, justo debajo del famoso monumento 'The spire'. Desde el mismo cogimos enfilamos a caminar dirección a la fábrica de Guinness, lo que supuso un agradable paseo por la ciudad con una duración de unos 30-45 minutos. Valieron la pena pues vimos una parte de Dublín que, de haber ido en autobús, no habríamos visto. Nada más llegar a la fábrica de Guinness ya nos sorprendió su tamaño y elegancia, el hype por entrar y disfrutar del museo no podía ser más grande.

   Una vez dentro de la fábrica es muy recomendable que cojas una guía-mapa del museo, hay en varios idiomas. Lo describiremos muy rápido para no aburrir: se trata de un edificio con 7 plantas en la que cada una de ellas se centra, al menos, en una temática. Por ejemplo, la planta primera se centra en la historia de Arthur Guinness y la tercera planta en los diferentes anuncios a los largo de la historia de la cervecera. Os dejamos una imagen donde se puede ver la estructura del museo:


   El recorrido es muy sencillo, empiezas en la planta inferior y vas subiendo planta a planta. Este camino puede recorrerse a solas o siguiendo a uno de los muchos guías que te irán explicando, de manera muy amena, cualquier aspecto curioso a lo largo del museo y muchas cosas más. A pesar de estar ligeramente apartado del centro recomendamos mucho la visita a la fábrica de Guinness. Si ya has ido te animamos a que compartas tu experiencia en los comentarios, gracias.

  Algunas fotos de nuestra visita:



     
 

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